El tratamiento Full Face consiste en la combinación de diferentes productos infiltrados como el ácido hialurónico, la toxina botulínica, la hidroxiapatita cálcica y otros rellenos faciales con el objetivo de reducir las arrugas, mejorar la calidad de la piel y reposicionar los volúmenes perdidos.
Lo primero es analizar de manera personalizada cada paciente, determinando qué zonas del rostro y qué signos del paso del tiempo se pueden corregir, signos como:
arrugas de expresión, líneas de marioneta, patas de gallo, cejas caídas, bolsas y ojeras, etc.
Una vez realizado un primer análisis, se le prepara y expone el plan de tratamiento al paciente y se procede a determinar y marcar el área facial a trabajar y los signos a corregir para comenzar a aplicar el tratamiento más apropiado en cada zona de la cara.