El fotoenvejecimiento es el proceso de envejecimiento prematuro de la piel causado por la exposición crónica a la radiación ultravioleta (UV) del sol y de fuentes artificiales, como las camas de bronceado. Esta exposición daña las fibras de colágeno y elastina de la piel, lo que lleva a la aparición de arrugas, manchas, pérdida de elasticidad y una textura áspera. A diferencia del envejecimiento natural, que es genético y cronológico, el fotoenvejecimiento se puede prevenir en gran medida mediante la protección solar y el uso de tratamientos que reparan y protegen la piel.