Los tratamientos para la flacidez abdominal buscan mejorar la firmeza y elasticidad de la piel y los músculos en la zona del abdomen. Dependiendo de la gravedad de la flacidez y las necesidades individuales, se pueden utilizar diferentes enfoques, que van desde tratamientos no invasivos como la radiofrecuencia y los ultrasonidos, que estimulan la producción de colágeno, hasta procedimientos más invasivos como la abdominoplastia. Otros tratamientos incluyen la mesoterapia, la carboxiterapia y los hilos tensores. La combinación de estos tratamientos con una dieta equilibrada y ejercicio físico puede optimizar los resultados.