EL IMPACTO DE LA MEDICINA ESTÉTICA EN NUESTRA AUTOESTIMA
OCTUBRE 2024/DR. AMRO KAIYALI
Sin lugar a dudas, la medicina estética y la autoestima están intrínsecamente relacionadas, ya que la forma en que nos percibimos a nosotros mismos afecta nuestra disposición emocional y nuestra calidad de vida.
La presión social o la búsqueda de la perfección física pueden conducir a expectativas poco realistas, a decisiones impulsivas que pueden ser perjudiciales para la salud física y emocional a largo plazo y a buscar desesperadamente tratamientos estéticos que puedan hacernos ves mejor.
La exposición constante a vidas aparentemente "perfectas" puede llevar a comparaciones desfavorables y a una percepción distorsionada de la realidad, exacerbando la baja autoestima en redes sociales. Este problema se da cuando las personas internalizan una versión idealizada del mundo que ven en las redes, lo que puede hacer que sus propias vidas parezcan menos satisfactorias en comparación.
La baja autoestima por las redes sociales se ve alimentada por la cultura de lo instantáneo (todo tiene que ser aquí y ahora) y la visibilidad de las interacciones en línea, donde los "me gusta", comentarios y seguidores se convierten en una moneda de cambio para la validación social. La presión por mantener una imagen online que sea digna de atención puede llevar a una preocupación constante y a la autocrítica, especialmente cuando las respuestas de otras personas no cumplen con las expectativas personales.
¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?
Muchas veces creemos que tenemos dominado este tema, pero no es así, ya que la autoestima es un aspecto tan complejo como fundamental para el cuidado de nuestra salud mental.
La autoestima es la capacidad que tiene una persona para valorarse, amarse y aceptarse a sí mismo. Esto puede enfocarse en la totalidad de su persona, en sus labores, o en la apariencia corporal, etc. Se trata de la evaluación que hacemos ordinariamente de nosotros mismos.
¿MI BAJA AUTOESTIMA ME PODRÍA EMPUJAR A BUSCAR TRATAMIENTOS ESTÉTICOS?
La respuesta es SÍ.
La autoestima puede ser sana/alta o dañada/baja.
Autoestima alta:
Se habla de una autoestima alta generalmente cuando la persona presenta las siguientes características de personalidad tales como autoconfianza plena, una aceptación incondicional, autoaceptación incondicional y autovaloración.
Autoestima baja:
La autoestima baja es un término que se refiere a una valoración negativa y persistente que una persona tiene de sí misma. Es una condición en la que la persona se ve a sí misma de una forma muy crítica, a menudo sintiéndose incompetente e infravalorada en varios aspectos de su vida.
Uno de estos aspectos es el aspecto físico. Para muchas personas, la apariencia física juega un papel importante en su autoestima. Sentirse cómodo y bello con la forma en que lucen puede aumentar la confianza en sí mismos y mejorar su bienestar emocional.
Sin embargo, la sociedad moderna a menudo impone estándares poco realistas de belleza, lo que puede llevar a que las personas se sientan inseguras o insatisfechas con su apariencia natural.
Aquí es donde entra en juego la medicina estética. Los procedimientos y tratamientos ofrecidos por los médicos pueden ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos estéticos y sentirse más seguras de sí mismas reforzando su autoestima.
Cabe mencionar que la medicina estética no se trata solo de cambiar la apariencia física, sino también de mejorar la salud emocional y el bienestar psicológico de los pacientes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la medicina estética no es una solución única para problemas de autoestima más profundos. Si bien puede proporcionar un impulso temporal en la confianza en sí mismo, la verdadera autoestima proviene de aceptarse a uno mismo y valorarse por lo que se es, más allá de la apariencia física.
Además, es crucial que los pacientes busquen tratamientos estéticos por las razones adecuadas y bajo la orientación de profesionales médicos cualificados.
Los procedimientos y tratamientos ofrecidos por la medicina estética pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la autoestima de los pacientes, pero es fundamental abordar estas preocupaciones con sensatez, realismo y la guía del médico.
¿CÓMO SABER SI TENGO LA AUTOESTIMA BAJA?
Detrás de una baja autoestima se esconden muchas razones, no solo la imagen, aunque en muchos casos es un factor determinante. Estos son algunos síntomas que suelen ver en personas con autoestima baja:
Se centra en sus defectos, a veces imaginarios, y no en sus cualidades.
Se siente poco atractivo/a.
No se ve guapo/a.
Falta de seguridad en sí mismo.
Busca constantemente la aprobación de otros.
Piensa que no merece las cosas buenas que le pasan.
Está convencido de que los demás son superiores.
Creer que todo se puede hacer mejor.
No es feliz.
¿CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA CON AYUDA DE MEDICINA ESTÉTICA?
La medicina estética aumenta la autoestima y da seguridad en uno mismo de una forma u otra. Los avances medico ayudan a los profesionales poner a la disposición del paciente todas las técnicas más avanzadas para mejorar su aspecto físico y resaltar su belleza.
Estudios científicos han confirmado esta relación, demostrando que una imagen personal positiva puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional. Las personas que están satisfechas con su apariencia tienden a mostrar niveles más altos de autoestima, mientras que una percepción negativa de la propia imagen puede conducir a sentimientos de insatisfacción y, en casos extremos, a trastornos emocionales y de la imagen corporal.
EN RESUMEN:
La autoestima no se construye de la noche a la mañana, ni depende únicamente de nuestro reflejo en el espejo. Sin embargo, tomar pasos conscientes hacia la alineación de nuestra apariencia con nuestra identidad deseada puede ser un poderoso catalizador para el cambio positivo. Aquí está el rol de los profesionales médicos para guiarle al paciente en su búsqueda de perfección, ofreciéndole tratamientos estéticos adecuados que no solo mejoran su apariencia sino que también fomentan un renovado sentido de confianza y bienestar.
Cada consulta inicial tiene que ser honesta y trasparente y que tenga una discusión abierta sobre las razones detrás de la decisión de buscar un tratamiento estético.
Esto nos permite identificar expectativas realistas y asegurar que el tratamiento pueda contribuir positivamente al bienestar del paciente y también poder decirle al paciente NO cuando el médico cree que el tratamiento solicitado no es necesario o poco realista e incluso podría comprometer la salud del paciente.